viernes, 4 de diciembre de 2015

U.C.V.: 15 AÑOS SIENDO PATRIMONIO MUNDIAL


        Por su valor universal (estético, constructivo y cultural), a través de la construcción del conjunto urbanístico, arquitectónico y artístico que representa, el 2 de diciembre de 2.000, la Ciudad Universitaria de Caracas fue declarada en acta -por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco)-, Patrimonio Cultural de la Humanidad.
    “Obra del arquitecto venezolano Carlos Raúl Villanueva. Es un ejemplo sobresaliente de realización coherente de los ideales del urbanismo, la arquitectura y el arte de principios del siglo XX. Constituye una ingeniosa interpretación de los conceptos y espacios de la tradición local, así como una solución abierta y ventilada apropiada para el clima tropical”, expone el veredicto del Comité declarado en Australia en 2.000, y publicado el 30 de noviembre.
        Con un área de construcción que alcanza 164,22 hectáreas, la edificación fundada en el año 1.953, se comenzó a construir en la década de los 40, en los terrenos de la Hacienda Ibarra.
        La decisión de darle dicho reconocimiento a la máxima casa de estudios, tuvo, entre otros puntos, su “representación como obra de arte del genio creador humano” y por ser “un ejemplo de construcción o de conjunto arquitectónico o tecnológico o de paisaje, que ilustra uno o más periodos significativos de la historia humana”, suscribe el documento.
           Pero llegar a su concreción supuso un trabajo de poco más de siete años, que tuvo por punto de partida la declaratoria en 1.993 de la UCV como Monumento Histórico Nacional, decreto que realizara la Junta Nacional Protectora y Conservadora del Patrimonio Histórico y Artístico de la Nación. Cinco años más tarde el Ministerio de la Secretaria de la Presidencia y el Instituto del Patrimonio Cultural, ratifican la decisión, incluyendo en el reconocimiento los estadios y el Jardín Botánico.
            Avanzando hacia ese objetivo, un grupo de profesores y estudiantes de la UCV, postularon en 1.999 en París el expediente que la acredita como Patrimonio Mundial, cuya aprobación supone la visita de varios delegados de la Unesco que, antes de volver, ponen ciertas condiciones para cerrar el pacto.
            Hoy lo del patrimonio parece un título olvidado, pues reina la anarquía de quienes transitan por sus pasillos techados en moto o de la delincuencia que somete a estudiantes y visitantes.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario