sábado, 12 de diciembre de 2020

CONSTITUCIÓN Y SENSATEZ

 

CONSTITUCIÓN Y SENSATEZ

Chile, 11 de diciembre 2020

                                                                     Por Hernán Ferreira

 “La sensatez es una característica o cualidad de las personas sensatas, prudentes, juiciosas,que en estos tiempos es tan necesaria. Se emparenta con el sentido común, aquel conocimiento que se extrae de la experiencia, de la naturaleza, del sentido de la realidad”.

“Estamos en tiempos turbulentos, en que el país se sacude por revueltas en nombre de los pobres, de los desiguales, pero azuzadas por gentes de buen pasar económico, y que no son tan iguales como aquellos que dicen defender; gentes llenas de privilegios, entre los cuales está el pensar revoluciones, pero no soportar sus nefastos resultados. Y para completar el menú no pedido, enfrentaremos la redacción de una nueva Carta Fundamental, en un ambiente de tensiones, de altas expectativas, de sueños paradisiacos en un país de humanos, demasiado humanos, parafraseando a Nitzsche. Por eso de cara al proceso constituyente, es necesario recordar que como norma jurídica, una Constitución debe ser simple, entendible por los ciudadanos, pero a su vez, permita generar un ambiente en que las personas puedan desarrollar sus mejores potencialidades, su creatividad en el ámbito para que es apto, un desarrollo económico amigable con nuestro medio ambiente, en fin, una norma que proteja a los ciudadanos del poder casi incontrarrestable que tiene el Estado frente a nosotros. Por eso una constitución que permita el mayor desarrollo posible al individuo dentro de la comunidad, respetando siempre el despliegue de los otros en esa misma comunidad, es deseable para nuestro país. La sensatez que proviene de decir que los padres tienen el derecho preferente y primero de educar a sus hijos, y que el Estado, salvo evidentes excepciones relacionadas con la integridad física y/o psíquica de los menores, debe poner a disposición las condiciones para que ello suceda. La sensatez que proviene de decir que la propiedad privada es un derecho natural de cada ser humano, que como producto de su trabajo y esfuerzo, ha podido comprar bienes para él y su familia, y que por ello, le pertenecen por derecho propio, con la limitación de su función social, pues el ser humano vive en comunidad. La sensatez de reconocer que la familia es el núcleo fundamental de la sociedad, donde se conocen los primeros e incondicionales afectos cuando somos bebés y niños, y que por ello, el Estado le debe especial protección. La sensatez de reconocer que Chile es uno de los países más homogéneos de Latinoamérica en su composición racial y cultural. La sensatez de reconocer que las regiones deben tener mayor autonomía para tomar decisiones locales, porque la complejidad de la sociedad chilena hace difícil adoptar políticas desde Santiago, escuchando a unos cuantos orejeros, pero no a la comunidad toda. La sensatez de querer que las familias chilenas dependan económicamente del fruto de sus trabajos, y no de las dádivas, bonos y beneficios que da el Estado, y que para ello, debe existir un vigoroso sector privado que levante emprendimientos, que genere empleos, que haga avanzar a los habitantes de este país. La sensatez de proteger la vida de toda persona humana desde su gestación hasta su muerte, y respetar sus derechos que como humano, hermano en esta Tierra, le corresponde. Chile necesita regresar a la moderación, que no significa renunciar a nuestras ideas, y concepciones de la sociedad, porque la historia se ha escrito con miseria, sangre y penurias cuando se tornaron irreconciliables quienes detentaron cargos en nombre de todos y para todos.

                                                   Tomado de diario EL PINGÜINO, Chile.

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