La Corte Constitucional de Ecuador aprobó el
matrimonio entre dos personas del mismo sexo. Este fallo histórico en un país
conservador significa para la comunidad LGBT el inicio de una sociedad más
igualitaria.
Ecuador inició un gran proceso de
cambio en el reconocimiento de los derechos de la comunidad LGBT. La Corte
Constitucional aprobó el matrimonio entre dos personas del mismo sexo por cinco
votos a favor y cuatro en contra en una sesión reservada.
Los cuatro magistrados que
votaron en contra declararon que para reconocer el matrimonio homosexual es
necesario que sea legalizado “por un procedimiento de reforma constitucional
que le compete a la Asamblea Nacional”.
Ante este alegato, la Corte
declaró la inconstitucionalidad del artículo 81 del Código Civil y el artículo
52 de la ley de Gestión de la Identidad y Datos Civiles. Además, dispuso que la
Asamblea Nacional “reconfigure la institución del matrimonio para que se dé un
trato igualitario a las personas del mismo sexo”.
Ante este fallo, diversos
especialistas salieron a pronunciarse. En declaraciones a la agencia AFP, el
constitucionalista y expresidente de la Suprema Corte de Justicia, Gustavo
Medina, señaló que esta resolución es vinculante y obligatoria en todo el
Ecuador, “porque las decisiones de la Corte Constitucional obligan a las
autoridades ecuatorianas a acatarlas”, destacó.
En pie de lucha
La Corte Constitucional tomó esta
decisión luego de que la Corte Provincial de Pichincha elevara a consulta la
demanda planteada por dos parejas homosexuales, Xavier Benalcázar y Efraín
Soria, así como Rubén Salazar y Carlos Verdesoto, activistas que recurrieron a
todas las instancias legales en demanda a su derecho a contraer matrimonio.
Luego de conocida la resolución,
el júbilo de la comunidad LGBT se desató en todo el país. Efraín Soria,
beneficiario de esta disposición, declaró a los medios ecuatorianos sentirse
sumamente alegre de alcanzar esta igualdad y además animó a los homosexuales a
no esconderse más y “disfrutar de esa dicha de ser iguales que cualquier otro”.
Cabe recordar que en el 2008,
durante el gobierno del presidente Rafael Correa, entró en vigor una nueva
Constitución donde se ratificó la definición de matrimonio como la unión entre
un hombre y una mujer. En 2015, Ecuador reconoció la unión de hecho, una
declaración notarial en donde dos personas señalan que viven juntas, pero con
protección casi inexistente en aspectos como los beneficios sociales, médicos y
laborales.
Esta nueva disposición, hecho
histórico en Ecuador en un país conservador, ha despertado las críticas de
acérrimos opositores. La política de derecha Poly Ugarte estimó que el máximo
tribunal “no puede cambiar la Constitución, debe haber una reforma. Si quieren
ideología de género, matrimonio igualitario o aborto, vamos a una consulta
popular. Decisiones que afecten a nuestra vida y familia deben ser consultadas
al pueblo”, señaló la exdiputada en su cuenta en Twitter.
Por su parte, la abogada
Christian Paula, de la fundación Parka, organización que brinda consejo a cerca
de una decena de parejas homosexuales que buscan contraer matrimonio, declaró
que “este fallo significa que el Ecuador es más igualitario y más justo que
ayer, que los derechos humanos son los mismos para todos, sin discriminación”.
Con esta decisión, Ecuador pasa a
formar parte de aquellos países en América Latina que han aprobado alguna forma
legal de matrimonio igualitario como son Costa Rica, Argentina, Brasil,
Colombia y Uruguay. En México, solo algunos estados permiten este tipo de
unión.
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