Chile,
15 noviembre de 2019
“Tras una maratónica jornada de reuniones en el
edificio del ex Congreso Nacional, a 28 días del estallido social, el
oficialismo logró finalmente pactar con la oposición el mecanismo con el cual
se llegará a redactar una nueva carta magna, el cual quedó plasmado en
un acuerdo por la paz social y la nueva constitución.
La resolución fue anunciada por todos los sectores en
la Sala de Lectura, y encabezada por el presidente del Senado, Jaime Quintana,
quien remarcó que es un camino de profundización demócrata para construir un
verdadero contrato social y una “Constitución 100% democrática”.
Después de horas de claustro, desde el Frente
Amplio a Chile Vamos -excepto el PC y la FRVS- llegaron a una
propuesta que incluye un plebiscito ciudadano para abril de 2020, en
el cual se consultará por la opción de una Convención Constitucional (Asamblea
Constituyente) o una Convención Mixta Constitucional.
En el segundo caso, se estableció que la instancia
estaría conformada en 50% por miembros elegidos por la ciudadanía y 50% por
parlamentarios, los cuales -de ser escogidos para esa instancia- cesarán de su
cargo apenas el Servicio Electoral (Servel) acepte su candidatura a la
asamblea.
En concreto, los miembros serán elegidos en las
próximas elecciones municipales, en octubre de 2020, cuyos ganadores no podrán
ser candidatos en ninguna elección un año después de cesar en su cargo y sólo
tendrán como objetivo elaborar la nueva constitución.
Desacuerdo
de última hora
Con todo, dieron frutos las largas negociaciones,
donde inicialmente las posturas de la UDI parecían irreconciliables, y en las
que Renovación Nacional jugó un importante rol para lograr el acuerdo.
Sin embargo, hasta último momento fue absolutamente
complicado. Previo a la última reunión que selló el pacto, el presidente de RN,
Mario Desbordes, dijo que hasta último momento habían diferencias, que aunque
hasta ese punto eran significativamente menores respecto a lo conversado al
iniciar el día, seguían siendo importantes.
La principal pugna sobre el final giró en torno a si
se forja una nueva constitución desde una “hoja en blanco” o utilizando como
base la constitución de 1980.
En concreto, en la discusión Chile Vamos puso sobre la
mesa la opción de un quorum de 2/3 -aceptado por la oposición- y planteó que si
no hay acuerdo en algún punto se mantenga vigente el artículo correspondiente
de la constitución actual.
Ese punto generó polémica entre la oposición, en lo
que consideran transformaría la discusión de una nueva constitución a una
simple reforma constitucional. Eso los dejó en conversaciones de pasillo y dejó
en vilo el encuentro entre ambas partes para zanjar el acuerdo.
Voto
obligatorio
Con todo, el humo blanco comenzó a salir recién pasada
la medianoche, tras la búsqueda de un mecanismo para solucionar los casos en
los que no se logre el quórum de 2/3, que considera una instancia que revisará
la coherencia del articulado final tras su votación en la Asamblea
Constituyente, previo al plebiscito ratificatorio, que -según el presidente del
Senado, Jaime Quintana- estiman se realizaría a fines de 2021 y que contará con
voto obligatorio.
Así, en términos prácticos, se realizará una especie
de discusión en general y otra en particular para resolver aquellos puntos relevantes
que hayan quedado inconclusos por falta de quorum, explicó el diputado UDI
Jaime Bellolio.
Para que este acuerdo se concrete, el presidente de la
Comisión de Constitución del Senado, Felipe Harboe, explicó que la iniciativa
transversal se traducirá en un proyecto de reforma constitucional que
ingresará a la Cámara de Diputados y que permitirá -en la práctica- concretar
el plebiscito inicial.”
Tomado de: Biobiochile.cl
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