4 de julio 2019
“El documento fue
presentado en el marco de la VI Conferencia Anual de Icon-s (la Sociedad
Internacional de Derecho Público), realizada en la Universidad Católica.”
“Cuatro
abogados y académicos, un documento: 25 propuestas para un Tribunal
Constitucional (TC) del Siglo XXI. En la Casa Central de la Universidad
Católica, y en el marco VI Conferencia Anual de Icon-s (la Sociedad
Internacional de Derecho Público) que se realiza en
Chile, los constitucionalistas Gastón Gómez, Miriam Henríquez, Patricio Zapata
y Arturo Fermandois, presentaron el informe final elaborado por 16 juristas de
nueve instituciones (cinco universidades y cuatro centros de estudios) sobre la
reforma al TC.
Dentro
de los principales ejes de la propuesta, se encuentra el fin del control
preventivo de constitucionalidad, la implantación de un control posterior, la
reducción de quórum para la declaración de inconstitucionalidad, el aumento de
los integrantes del tribunal, entre otras.
CONTROL
PREVENTIVO
En
2018, ingresaron al TC 20 proyectos de ley a control preventivo obligatorio y
se presentaron tres requerimientos por control preventivo eventual. La propuesta considera la
eliminación del control preventivo de legalidad,
con la excepción de los tratados internacionales que deben ser ratificados por
el Congreso. En su reemplazo, se crea la figura de un control posterior a la
promulgación de la ley.
Para
Gastón, académico de la U. Diego Portales y coordinador del grupo de estudios,
“en la actualidad, el control preventivo está muy cerca del proceso legislativo
y se tiñe en todos los debates. El
propósito de fondo es que se retira al TC del debate político y
se convierte en un organismo que se pronuncia sobre leyes vigentes. El
pronunciamiento del TC no vuelve a la Cámara, sino que se declaran inválidos
los preceptos que se considere inconstitucionales”.
Con
relación a la excepción para el caso de tratados internacionales, Miriam
Henríquez, académica de la U. Alberto Hurtado, dijo que esto se sostiene “en la lógica que la
voluntad de este control preventivo es prevenir la inconsistencia entre el
tratado y la Constitución. Esto en la medida en que esté
sometido a la consideración del Congreso.”
CONFORMACIÓN
El
documento elaborado por los académicos y que sería entregado al Presidente
Sebastián Piñera, también plantea reducir
el quórum para la declaración de inconstitucionalidad de los 4/5 a mayoría
absoluta de los miembros en ejercicio del TC.
Otro
aspecto a reformar, estaría en el traspaso
de la totalidad de contiendas de competencias al TC, hoy se
comparten en algunos casos puntuales con el Congreso.
Sobre
la conformación del tribunal, se
propone aumentar de 10 a 12 sus integrantes, además de eliminar
a los ministros suplentes. El Presidente, el Senado, la Cámara de Diputados y
la Corte Suprema seleccionarían a tres de los miembros. Entre sus
particularidades, se plantea que el Ejecutivo sea asesorado por un consejo de
nombramientos, así como darle facultad a la cámara baja de decidir sus nombres
sin necesidad de ratificación de la cámara alta. Además, se recomienda introducir
directrices de equidad de género en la integración del tribunal.
Con
relación a inhabilidades, el documento indica que autoridades políticas de elección popular, incluidos
quienes hayan participado de órganos superiores de partidos políticos, no
puedan incorporarse al tribunal en uno o dos años. Lo mismo
para el caso de litigantes ante el TC. Además, los miembros de la Corte
Suprema y cortes de Apelaciones podrían optar a estos cargos y retornar al
Poder Judicial al término del periodo.
¿TIEMPOS
DE CAMBIO?
Según
Patricio Zapata, a diferencia de la reforma que se realizó al organismo en 2005
“la discusión que hiciéramos hoy, no puede desconocer que los vientos que
soplan en materia de instituciones, son muy distintos a aquellos años. En ese
entonces, la discusión era por la gobernanza, la estabilidad, la
eficiencia. Hoy la
preocupación es incidencia, participación y legitimidad”. En este sentido, el
abogado dijo que el eje de la discusión es legitimidad, dado que las labores
propias del TC “lo ponen en conflicto con la mayoría. Entonces, para que no lo
desgaste por completo, el TC requiere
legitimidad“.
En
una posición distinta se planteó Arturo Fermandois, para quien pese a que se
reitera en hablar de crisis institucional y tiempos de cambios “tenemos una buena institucionalidad producto de la
evolución, que va perfeccionando y creando
instituciones porque la gente demanda más prestaciones, derechos sociales
y control. Pero eso no es una crisis, sino producto de un país que avanza
aceleradamente como Chile”. Al respecto, consideró que la propuesta de reforma
al TC “es una oportunidad para que podamos llegar a buenas propuestas para el
fortalecimiento de la institución”.
Tomado de LA TERCERA, diario digital de Chile.
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