martes, 27 de octubre de 2020

ARTURO USLAR PIETRI Y LA HISTORIA VENEZOLANA (3)

 

ARTURO USLAR PIETRI Y LA HISTORIA VENEZOLANA

Caracas, octubre 2020

                                                                                Por Rafael Arraiz Lucca

(3)

“Efraín Subero fue el encargado de la organización de una antología de su obra 

venezolanista, se titula Medio milenio de Venezuela (1986), obra que luego es reeditada 

por Monte Ávila Editores. Allí se congregan sus visiones sobre la conquista, la gesta 

independentista, los personajes centrales y colaterales del período republicano inmediato y 

los mitos nacionales: el petróleo, el mesianismo, el peso del azar, la improvisación y demás 

simplificaciones de una realidad compleja, nunca suficientemente comprendida.


En la introducción firmada por el autor se encuentran varias afirmaciones sumamente valiosas. Entre ellas ésta, de una claridad meridiana: “El primer equívoco surgió del hecho de haber llamado Nuevo Mundo al continente americano. Lo que hubo en realidad fue el encuentro, por primera vez, entre los europeos y los americanos, pero ambos eran tan viejos como el hombre y representaban dos vertientes de la misma familia, la de los mongoloides y la de los caucasoides.” (Uslar Pietri, 1991:17)

 

Más adelante, en la misma introducción, el autor entrega un párrafo de singular importancia para comprender sus propósitos de escritor, dice, refiriéndose al tema de la identidad latinoamericana: “Este ha sido un tema constante y obsesivo en mi obra de escritor. Toda ella puede considerarse como la expresión de una búsqueda de esa realidad, a veces subyacente y borrosa, y de esa identidad frecuentemente contradictoria y elusiva. Llegar a saber lo que somos, partiendo del cómo somos y del cómo hemos pretendido ser, no es tarea fácil. Sin embargo, al final de ella podría estar la respuesta definitiva que concilie nuestras profundas contradicciones y apacigüe nuestra angustia existencial.” (Uslar Pietri, 1991:18).

 

Podría añadirse que esta búsqueda uslariana del ser latinoamericano se fraguó en dos ámbitos, el nacional y el continental, pero que en ambos primó el mismo fervor por el hallazgo de la sustancia, y la combinatoria, hispanoamericana.

 

 

En noviembre de 1992 Uslar publica un libro de gran significación política e histórica que, lamentablemente, no se ha leído con la debida atención. Se titula Golpe y Estado en Venezuela (1992) y en él entrega un largo ensayo de análisis político e histórico de la Venezuela del siglo XX, a partir de la fecha más importante de esta centuria: el 18 de octubre de 1945. En el texto Uslar da su versión de los hechos y, sobre todo, su interpretación de los mismos, añadiéndole a lo ya conocido, la lectura que hace de las intentonas del año 1992. Le atribuye al petróleo, como siempre lo hizo, la condición epicéntrica nacional.

 

El valor del ensayo no estriba en que desarrolle alguna posición inédita hasta entonces, sino que por primera vez ofrece un dilatado análisis sobre la historia política contemporánea de Venezuela, cosa que antes había hecho fragmentariamente a través de sus artículos semanales. Además, el ensayo constituye, visto a la distancia, una suerte de testamento político, en la medida en que por única vez, cuando contaba 86 años, se aventura a tejer un texto analítico, sobre este particular, de largo aliento.

 

La segunda parte del libro, ciertamente, recoge un conjunto de artículos de su columna “Pizarrón” y, además, un apéndice documental con todas las cartas públicas del llamado grupo “Los notables”. Una lectura simple llevaría a pensar que nuestro autor concluía su vida ajustando cuentas con el grupo político que cortó la suya de raíz en 1945, pero esto no es exactamente así.

 

Ninguna alegría le producía a Uslar ver confirmadas sus sospechas en la realidad, ni le agradaba el papel de sepulturero del sistema de partidos instaurado a partir de 1958, entre otras razones porque él también formó parte de ese sistema, sin que por ello endosara sus faltas.

 

Por el contrario, bastantes veces las señaló, mientras se hacía co-partícipe de la Venezuela política que emergió del 23 de enero de 1958. Por ello su análisis se remonta al pasado, y busca las causas de la crisis venezolana en nuestra relación con el petróleo y el tamaño que llegó a alcanzar el Estado alimentado por esta fuente que condujo a la creación de un país rentista, en donde la riqueza de la renta la administra el Estado, mientras la nación se sumerge en la pobreza.

 

En Del cerro de la plata a los caminos extraviados (1994) destacan los temas uslarianos típicos: el mestizaje americano, la generación de la independencia, la venezolanidad, constituyéndose en un libro despedida, en el que su universo ensayístico propio, con sus obsesiones temáticas y sus recurrencias simbólicas, está presente de manera paradigmática. Sin embargo, no estoy seguro de que Uslar haya estructurado el libro con la conciencia de que se trataba de su último título, de haber tenido conciencia de ello, probablemente, habría redactado una introducción breve apuntando esa circunstancia. Quizás, no puedo asegurarlo, ya que nuestro autor no fue proclive a rendirle tributo a estos hechos: una extraña humildad lo hacía conducirse levemente en estos parajes de despedidas o clausuras de períodos.


Otros libros suyos son propiamente antológicos, La otra América (1974) y La creación del nuevo mundo (1992). En verdad, muchos de sus libros de ensayos lo son en el sentido de que combina ensayos de libros anteriores con inéditos. Por ello con frecuencia hallamos textos ya leídos con otros de reciente factura. Por otra parte, él mismo hizo una antología temática del tema petrolero, se titula Venezuela en el petróleo (1984) y va del editorial del diario Ahora, “Sembrar el petróleo”, a 1983. Son textos de política económica sobre la historia nacional.

 

Entre las selecciones hechas por críticos de su obra, la de Efraín Subero antes mencionada es de las más valiosas, Medio milenio de Venezuela, ya que la hace un conocedor de su obra y la organiza temáticamente. Lo mismo ocurre con la antología preparada por Gustavo Luis Carrera para el Fondo de Cultura Económica de México, La invención de América mestiza (1996), donde se organizan los textos de acuerdo con el ámbito que trabajan: universal, hispano, americano y venezolano, combinando todos los géneros. Por mi parte, publiqué una antología cronológica de su obra, Arturo Uslar Pietri. Antología cronológica (2005)recogiendo todos los géneros.

 

Entre los libros colectivos que reúnen trabajos sobre la obra uslariana, se distinguen cinco: El valor humano de Arturo Uslar Pietri (1984), edición dirigida por Tomás Polanco Alcántara; Todo Uslar (2001), edición coordinada por Mauricio García Araujo; Los nombres de Arturo Uslar Pietri (2006), edición coordinada por Mariano Nava Contreras; Arturo Uslar Pietri. Humanismo y americanismo. Memoria de las VII Jornadas de Historia y Religión de la UCAB, edición coordinada por Tomás Straka y Arturo Uslar Pietri. Valoración múltiple (2012), edición coordinada por Rafael Arráiz Lucca y Edgardo Mondolfi Gudat.

 

Hemos llegado al final de este breve viaje. Es evidente que la historia política, tanto hispanoamericana como nacional, fue el epicentro de la obra novelística, ensayística y periodística de Uslar, no así de su obra cuentística, poética y teatral. No exagera quien afirme que más allá de los géneros el fervor venezolanista de su obra es el eje y motor de ella, ya sea en su ocurrencia cuentística como en su vertiente histórica-política.


Especial mención debemos hacer del interés de Uslar por el período de conquista, sobre todo por el imán que representaron dos mitos para él: Aguirre y El Dorado. Curiosamente, otro personaje mitológico de otro tiempo le llamó la atención: Simón Rodríguez. Estas tres recurrencias, más la obsesión por entrar en el laberinto del mestizaje hispanoamericano y verle el rostro a la identidad (un tema muy de su tiempo) dominaron buena parte de sus esfuerzos por revisar la historia”

                                               Tomado de EFECTO COCUYO, Venezuela.

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