ESTAMOS HARTOS
Madrid, 9 de octubre 2020
Por Miguel Jiménez
“No es solo Don Juan
Carlos, según le ha confesado a Carlos Herrera. Nosotros, también.”
Dice su majestad que está hasta los
huevos de Abu Dabi y le comprendo perfectamente. No es
plato de gusto. Pero los que estamos aquí, Señor, estamos también hasta los
huevos, las gónadas, que día un petimetre pavisoso y empático con la sororidad,
y de no poder vomitar tanta mierda como nos meten a diario por los ojos y los
oídos. La gente estamos hasta los huevos, hasta los mismísimos huevos de ver a
tanto sinvergüenza mintiéndonos como bellacos, lucrándose como estraperlistas
con la solitaria y haciéndose los ofendiditos.
Estamos hasta los huevos de que tengan
que ser los jueces quienes les den un tirón de orejas a los políticos porque
se pasan diez pueblos, como ha sucedido
con las medidas de Illa respecto a Madrid. Estamos hasta los huevos
de la Montero, sí, he dicho huevos, o sea, cojones, y de ese discursito
sectario, ramplón y cursi de feminista con piscina y servicio que si no hablase
de las macanas que habla, ¿de qué coño, aquí sí, hablaría? Estamos hasta los
huevos de las bravatas del maromo de la citada, de su ideología de muerte y
ruina, de acusar a todo el mundo de facha y de machista. Estamos hasta los
huevos de la miseria intelectual de su partido, de tantos cochambrosos que se
han cobijado bajo esa capa de garduña para poder llevar a mejor puerto sus
tropelías, de los que se morrean con los okupas y dan de hostias a los
propietarios, de quienes pierden el culo por los inmigrantes ilegales que
son delincuentes reincidentes y nos prohíben decir que quien nos ha robado es
marroquí, rumano o sudamericano porque es victimizar al colectivo. Estamos
hasta los huevos de tanto republicanito que sería incapaz de asumir el menor
riesgo personal para traer esa república que en nuestro país ha demostrado
históricamente ser un desastre. Estamos hasta los huevos de los que, por el
contrario, matarían a quienes nos opondríamos a la misma.
Estamos hasta los huevos de pandemia, crisis, ineptos,
maleantes con cargo oficial y de que Don Felipe no pueda venir a mi tierra sin
el plácet del separatismo nacional socialista
Claro que estamos hasta los huevos, Don
Juan Carlos, a quien se acusa de haber percibido una gratificación por lo del
AVE a La Meca, presuntamente, y lo hace una amiga entrañable para salvar su culo
a la par que un excomisario del que lo mínimo que puede decirse es que el día
que ingresó en la Policía podría haber pillado la gripe y quedarse en su casa.
Estamos hasta los huevos de los presuntos cobros de narco dictaduras por parte
de la izquierda, de ciertas implicaciones con expresidentes del Gobierno de
España o de exjueces, de intentos de la fiscalía de Bolivia para que altos
cargos de España declaren.
Estamos hasta los huevos de tanto
analfabeto que pondera como si fuera el sabio Salomón en tertulias,
llevándoselo crudo a cambio de chupar el ojal al poder. Estamos hasta los
huevos de pandemia, crisis, ineptos, maleantes con cargo oficial, de que Don
Felipe no pueda venir a mi tierra sin el plácet del separatismo nacional
socialista, de que Sánchez lo tenga guardado en un cajón, de que Torra se
vaya a su casa con más de ciento cincuenta mil euros anuales mientras que a los
autónomos no se les perdona ni una sola cuota.
Estamos hasta los huevos de que se
nos haga pagar la fiesta siempre a los mismos, la gente humilde, la que
tiene que romperse la cabeza para ver, no como se gana la vida, sino como paga
los impuestos. Estamos hasta los huevos de trabajar para esta casta parasitaria
incrustada como una garrapata en la nación.
Y estamos hasta los huevos de que la
oposición se esté tocando los ídem discutiendo acerca de si los que mandan son
galgos o podencos cuando está clarísimo que son una versión moderna de
los golfos apandadores del pato Donald. Así que, ya verá, Señor, si entendemos
su estado de ánimo. Sería hora de que se empezaran a decir en voz alta, con luz
y taquígrafos, las cosas que se susurran en los mentideros políticos. Que se
sepa quien es esta harka. Que se les desenmascare. Que se haga justicia. Que
paguen por haberse cargado cuarenta años de libertad, convivencia, democracia y
prosperidad económica.
Porque, Majestad, aquí cada día estamos
todos más hasta los huevos. Y, por cierto, viva el Rey.”
Tomado de VOZPÓPULI,
España
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