A continuación se muestra la clasificación que, según los expertos, se ha identificado a través de los años, al diagnosticar las “obsesiones” presentes en este tipo de pacientes respecto a su actuación relacional, tanto su entorno íntimo como social.
Verificadores: las personas que inspeccionan de manera excesiva cualquier cosa que pueda estar bajo su control.
Ordenadores: estas personas exigen, a sí mismos y a los demás, que las cosas deben estar de acuerdo a ciertos parámetros de orden, inclusive con distribución simétrica.
Lavadores y limpiadores: son personas cuyo objeto es el aseo y la limpieza, tanto de su persona como de su entorno.
Repetidores: las personas que son repetitivas en acciones y argumentos.
Acumuladores: son los que coleccionan objetos, generalmente sin ningún valor ni utilidad, pero de los que no se pueden desprender.
Ritualizadores: son aquellos que acostumbran apelar a pensamientos o imágenes repetitivas, con la intención de contrarrestar su ansiedad responsable de sus obsesiones.
Atormentados: son personas que experimentan persistentemente pensamientos negativos, los que resultan incontrolables y perturbadores.
Sexuales: son aquellos cuyo único pensamiento es lo sexual, a veces con el temor compulsivo a no ser homosexual.
¿Se puede diagnosticar tempranamente el TOC?
La Organización Mundial de la Salud (OMS), ha identificado que el TOC en niños comienza entre los 7 a 10 años, validado con un 33% de los adultos con TOC que dicen padecer de estos síntomas desde la infancia. Con frecuencia son los niños los que se avergüenzan o enojan por sus compulsiones, porque comprenden que no son lógicas, ni otros a su alrededor las hacen o padecen; muy al contrario de los adultos, que muchas veces intentan “ocultar” tales obsesiones con excusas como el estrés, la inseguridad, la contaminación…
La mayor recomendación para los padres es no subestimas a sus hijos, y si presentan alguna de las obsesiones arriba descritas, acudan de inmediato a un especialista, ya que al ser tratados médica y psicológicamente a temprana edad, podrán ayudarlos a tener un mejor desempeño de adultos.
Recordemos que el ser humano es netamente social y el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) es más frecuente de lo que se creía. Estadísticas recientes indican que alrededor de un 2% de la población lo padece hoy. Esta cifra incluye la estimación de pacientes que encubren su enfermedad y que todavía no han sido diagnosticados.
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