Todos recordamos las propiedades de esta verdura gracias a una eterna comiquita que ha pasado de padres a hijos, y de hijos a nietos, donde al consumirla inmediatamente la fuerza venia al personaje a través de unos músculos enormes y potentes, con los que derrotaba a los “malos” de la historia.
La espinaca no solo sigue siendo buena para Popeye, también lo es para niños y adultos de todas las edades.
La espinaca pertenece a la familia del amaranto y está relacionada con la remolacha y la quinua o Chenopodium quinoa; su origen se remonta a la antigua Persia, pero ahora se produce principalmente en China y en Estado Unidos.
La espinaca es considerada como “el gran alimento”, ya que posee una gran cantidad de nutrientes y antioxidantes, lo cual la hace un alimento muy sano.
Gracias a estudios en las más importantes universidades del mundo, se ha demostrado científicamente que comer espinacas mejora la salud ocular, reduce el estrés, ayuda a prevenir enfermedades como el cáncer, y a reducir los niveles de presión arterial.
La espinaca es una excelente fuente de vitaminas y minerales, tales como la Vitamina A, C, B6, E y K1; posee ácido fólico, también conocido como vitamina B, y es una excelente fuente de hierro y calcio.
Factores nutricionales de la espinaca:
Calorías: 23
Agua: 91%
Proteína: 2,9%
Carbohidratos: 3,6
Azúcar: 0,4 gramos
Sacarosa: 0,1 gramos
Glucosa: 0,1 gramos
Fructosa 0,2 gramos
Fibra: 2,2 gramos
Grasas: 0,4 gramos
Omega3: 0,14 gramos
Omega6: 0,03 gramos
Grasas trans.: 0
Almidón: 0
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