viernes, 3 de junio de 2016

REBELIÓN DE LAS MASAS

Ortega y Gasset (1883-1953) “establecieron” en su libro La Rebelión de las Masas, que la característica principal del hombre-masa (el pueblo marginado), es que sintiéndose vulgar proclama el derecho a la vulgaridad y se niega a reconocer instancias superiores a él. “Masa es todo aquel que no se valora a sí mismo por razones especiales, sino que se siente como todo el mundo” y, sin embargo, no se angustia, se siente a salvo al saberse idéntico a los demás, según Ortega. Al hablar con alguien, sabemos si es masa o no. Por otra parte, cuando Ortega habla de minorías, se refiere a aquel que se exige más que los demás para superarse, aunque no logre cumplir su cometido, ni las instituciones se lo reconozcan. La división de la sociedad en hombres-masa y minorías excelentes no es una división en clases sociales, sino clases de personas. El hombre integrante de la masa cree que con lo que sabe ya tiene suficiente y no tiene la curiosidad por saber más. El hombre-masa es el hombre cuya vida carece de proyectos y va a la deriva. Por eso no construye nada (deja que los gobiernos construyan por ellos), aunque sus posibilidades, sus poderes se lo permitan. Según Ortega: la vida humana, por su naturaleza propia, tiene que estar puesta a algo, a una empresa gloriosa o humilde, a un destino ilustre o que carece de importancia. El hombre-masa (pueblo) tiene varios rasgos: libre expansión de sus deseos vitales y una radical ingratitud hacia cuanto ha hecho posible la facilidad de su existencia. Es decir, solo le preocupa su bienestar y al mismo tiempo es solidario con los gobiernos que generan esas causas del “bienestar” rasgos de la psicología del niño mimado. El hombre-masa es el niño mimado de la historia. El hombre-masa es incapaz de otro esfuerzo que el impuesto para su necesidad externa. El centro del régimen vital del hombre-masa consiste en la aspiración a vivir sin supeditarse a moral alguna. Le fascina vivir del Estado, vale decir, del gobierno de turno que lo manipulo con dadiva, cargos, grados y prebendas sin merecerlas, pero son fieles a una imagen ideológica. Dijo Gasset: …“Las masas no están preparadas para asumir la dirección de la sociedad, por cuanto se requieren de cualidades morales y académicas que las masas por lo general no la tienen y es tarea de una elite ejercer ese liderazgo”… en Venezuela ¿Manda el pueblo? Según Gasset creo que vamos por mal camino ¿O es una estrategia populista para mantenerse en el poder?

A ustedes carísimos lectores dejo esa reflexión.

Hugo Hernández

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