MADARIAGA UN CURA LIBERAL
Caracas, 5 de julio 2020
Por Rafael Arraiz Lucca
II
“La experiencia europea.
La
mayor parte de sus años españoles los pasó Don José en casa del escritor
chileno Nicolás de la Cruz, en Cádiz. Allí, al parecer, entró en contacto con
las logias masónicas
lautaristas que Francisco de Miranda animaba desde
Londres, creadas a partir de 1797. De aquellos años, lamentablemente, nada se
conserva como prueba documental de su participación en ellas; evidentemente, se
trataba de unas sectas masónicas que se protegían bajo el manto del secreto y
difícilmente dejaban rastros escritos. Suponemos que formó parte de ellas
porque él mismo aludió a su vieja amistad con Miranda muchos años después
(1811), en San Carlos, en el llano venezolano, pero no faltan detractores del
canónigo que lo niegan. Aquellas logias se denominaban lautaristas por Lautaro,
naturalmente, el aborigen rebelde chileno que enfrentó con éxito a los
españoles en el siglo XVI, pionero de las luchas por la independencia. Lo que
tramaban las logias era la libertad de las provincias españolas en América.
Por
supuesto, en aquellos años el sacerdote viajó por Europa. Estuvo en Londres,
París y Roma. En esta última el Papa lo nombró Protonotario Apostólico: una
distinción señalada que confiere la Iglesia Católica a sus hijos predilectos.
Antes, por Cédula Real del 17 de agosto de 1800 el Rey de España decidió en
torno a la disputa que trajo a Cortés a la península. Para su querellante
Eizaguirre se otorgó una Fiscalía y para Don José “una prebenda de merced
en el coro de la Catedral de Santiago.” Como vemos, no se le otorgó la cátedra
universitaria que buscaba denodadamente desde Chile, pero se le dio una
canonjía, lo que le confirió el título de Canónigo.
¿Por
qué no regresó de inmediato a Chile a ejercer su canonjía? No contamos con
explicación documentada, pero sospechamos que su inmersión en el mundo
conspirativo le había abierto los ojos en torno a muchos aspectos antes
desconocidos y, pareciera que el deseo de ejercer en su ciudad natal aminoró o
fue trocado por otro. No faltan quienes apuntan que se trató de una decisión de
Miranda, quien al enterarse de la vacante de la canonjía de la Catedral de Caracas trabajó
para que se le otorgara a Cortés, en vez de la de Chile.
Pero
Vicuña Mackenna apunta lo contrario, dice que llegó a Costa Firme, en
Venezuela, fruto de un naufragio que lo aventó y estando en Caracas se produjo
el cambio de canonjía. ¿A quién creerle? En todo caso, el 6 de mayo de 1803 se
expidió nueva Cédula Real que le otorgaba la canonjía de la catedral de
Caracas, ciudad en la que ya estaba, según Vicuña como consecuencia de un
naufragio, según los seguidores de “teorías de la conspiración”: una trama
urdida por el Precursor. Nosotros, humildemente, creemos más en el accidente
marítimo.
La
hipótesis del naufragio la refrenda el propio Cortés en 1817, en manifiesto
escrito en Jamaica y dirigido a los chilenos, donde explica porque finalmente
jamás llegó a su país. Suscribe la tesis del naufragio y el enamoramiento que
le produjo Caracas. No obstante esta tesis, no podemos olvidar que la otra era
inconfesable, ya que la masonería era anatema para la Iglesia Católica, así
como la conspiración contra la corona española en América. Imposible que Cortés
suscribiera la tesis de muchos historiadores venezolanos, que interpretan su
llegada a Caracas como parte de la conspiración mirandina.
En
caso de ser cierta su filiación secreta con Miranda, esta no operó
eficientemente en 1806, cuando el Precursor llegó a Ocumare y Coro y no halló
respaldo de nadie, fracasando en la intentona, como sabemos. De ser cierta esta
relación secreta, Cortés ha debido estar esperando a su Precursor y, por el
contrario, no se le acusó entonces de connivencia con el caraqueño. Algunos
historiadores proclives a la fábula lo imaginan tejiendo una red de relaciones
en silencio durante ocho años (1802-1810), pero la verdad es que no hay pruebas
de tal tejido. Si hay constancia de que era un canónigo respetado y querido,
con buena amistad con los mantuanos (la élite caraqueña que lideró la gesta de
independencia) y que, llegado el momento, actuó a favor de sus convicciones
liberales.”
Tomado de EFECTO COCUYO
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