MARTÍN LUTERO, EL MONJE
QUE CAMBIÓ EL MUNDO
7 de octubre 2021
Por Deutsche Welle
“Martín Lutero clavó sus
95 famosas tesis en una iglesia de Wittenberg el 31 de octubre de 1517. En un
mundo en el que la gente pagaba por el perdón de sus pecados, sus ideas eran
muy radicales.”
“El monje Martín Lutero sólo quería discutir los problemas que
el veía en la Iglesia Católica. Pero lo que pasó en Wittenberg el 31 de octubre
de 1517 cambiaría para siempre Alemania, Europa y el resto del mundo cristiano.
Para entender el terremoto que desencadenaron sus 95 tesis, es necesario volver
a la época en la que vivió.
A
finales de la Edad Media y principios de la Edad Moderna, la fe cristiana
estaba dominada por la Iglesia católica romana. Los dogmas y normas de la
Iglesia dirigían las vidas de las personas, que veían a Dios como una figura
crítica que nunca dejaba que un error quedara impune.
Sucesos
sin explicación, como tragedias personales, malas cosechas o incluso guerras,
eran vistas con frecuencia como consecuencias de la brujería o de actos de
personas que habían hecho un pacto con el diablo. Cuando se sospechaba que
alguien había entrado en algún acuerdo de este tipo, por lo general era quemado
en la hoguera.
Martín
Lutero nació en el seno de una familia minera en 1483. En 1501 comenzó sus estudios
en la Universidad de Erfurt. Cuatro años más tarde, completó su maestría y
empezó a estudiar Derecho.
Entonces algo cambió la vida de Lutero. En julio de 1505 quedó
atrapado en una tormenta y fue alcanzado por un rayo. Ante la perspectiva de la
muerte, temió tener que enfrentarse a Dios sin estar preparado, por lo que
invocó a Santa Ana, patrona de los mineros, y decidió convertirse en monje.
Menos
de dos semanas después, Lutero llamó a la puerta de un claustro agustiniano de
Erfurt y pidió ser aceptado en la orden.
Su vida como monje
Impulsado
por la búsqueda de un Dios misericordioso y por el miedo a perderse la
vida después de la muerte, Lutero vio la oportunidad de experimentar una vida
plena dentro de los muros del monasterio.
Desde
el principio, el joven monje se mostró como un discípulo visiblemente
obediente. Ayunaba y rezaba durante seis horas al día; meditaba y reflexionaba.
Más tarde, Lutero escribiría lo siguiente acerca de su vida en el claustro: «Si
alguien consiguió entrar en el cielo siendo monje, yo también quería lograrlo”.
Cuando
aún no llevaba dos años en el monasterio, Lutero se convirtió en sacerdote. Era
el año 1507 y la enseñanza teológica estaba en el centro de sus estudios.
Primera experiencia con la venta de indulgencias
En
1510, Lutero fue enviado a Roma en una misión de la orden de los Agustinos.
Este viaje acabaría siendo fundamental en su vida. En aquel momento la Curia
pasaba por dificultades financieras provocadas por la costosa construcción de
la Basílica de San Pedro. Para conseguir dinero, los líderes eclesiásticos
introdujeron la venta de indulgencias. El perdón de los pecados se podría
lograr de dos formas: o bien obrando de forma correcta, o bien pagando a la
Iglesia.
El precio del perdón se fijaba de acuerdo a los ingresos, e
incluso los que habían muerto podían ser rescatados de las llamas del infierno
si sus parientes pagaban unas pocas monedas.
La búsqueda de la
aceptación de Dios
En
1512, Lutero obtuvo su doctorado en teología y se convirtió en profesor de la
Universidad de Wittenberg. En aquella época ya era muy respetado por sus
colegas y superiores. A pesar de ello, se seguía preguntando qué hacer para
lograr la aceptación de Dios. Ningún ritual o norma de la Iglesia fue capaz de
contestar a esa cuestión.
Continuó
leyendo fervientemente la Biblia y se sintió especialmente atraído por la carta
del apóstol Pablo a la joven iglesia romana, en la que justificaba la sangre de
Jesucristo. El teólogo entendió gradualmente lo que acabaría siendo el núcleo
de la Reforma: Dios no es sólo un juez justo, sino también un padre que ama a
las personas que él mismo creó y que envió a su hijo a vencer al pecado, que es
lo separa a los hombres de Dios.
Leyendo
la Biblia, Lutero descubrió que cualquiera que crea en Dios y su hijo
Jesucristo recibe el don gratuito de la justificación ante el Todopoderoso. El
monje por fin había encontrado la respuesta a su pregunta. La soalvación
se alcanza por gracia divina y solo a través de la fe.
Las famosas 95 tesis de Lutero
En
octubre de 1517, Lutero planeó un debate sobre la práctica de vender
indulgencias. Como nadie participó en la discusión, decidió enviar sus tesis
directamente al cardenal Alberto de Bandeburgo, elector y arzobispo de Maguncia.
Al mismo tiempo, se dice que clavó sus 95 tesis en la puerta de la Iglesia de
Todos los Santos de Wittenberg, que en aquel momento servía como una especie de
valla publicitaria.
La
medida desató un debate que sacudió los fundamentos de la Iglesia. Con la ayuda
de la relativamente recién inventada imprenta, Martín Lutero pudo difundir su
mensaje rápidamente.
El 31
de octubre de 2017 se cumplirá el 500º aniversario de la publicación del Cuestionamiento
al poder y eficacia de las indulgencias de Lutero. Hasta
entonces se realizarán exposiciones y eventos para celebrar el acontecimiento
que provocó la Reforma y el nacimiento del protestantismo.”
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