CRISTINA CONTRA LA CORTE: SOLA, FANÉ Y DESCANGALLADA
Buenos Aires, 10 de
diciembre 2020
Por Marcelo Duclos
“La última carta de CFK, con sus críticas al máximo tribunal de
justicia, lejos de representar la amenaza de otros tiempos, es un pataleo
catártico que evidencia su desesperación”.
“La voz del gran Carlos Gardel inmortalizó la frase “sola, fané y descangallada” en la primera estrofa del clásico “Esta noche me emborracho”. En la
canción, el tanguero triste cuenta que se reencontró con el gran amor de su
juventud, que lo tuvo “de rodillas, sin moral, hecho un mendigo” años atrás.
Pero lo que realmente lamenta el hombre es verla tan vencida y acabada por el
correr de los años y el paso de la vida misma.
«Y pensar que hace diez años fue
mi locura
Que llegué hasta la traición por su hermosura
Que esto que hoy es un cascajo
Fue la dulce metedura donde yo perdí el honor”.
“La soberbia de la joven, que en su esplendor le rompió el
corazón al enamorado, y al que la vida le dio la más
dolorosa revancha, recuerda la historia de Cristina
Fernández y su actual decadencia. La mujer que tuvo de
rodillas, como dice el tango, a un país, termina destilando bronca, haciendo
catarsis en sus redes sociales y declarándole una guerra a la Corte Suprema de
Justicia de la Nación.
Los medios de comunicación se limitaron a informar sobre el
ataque frontal de la vicepresidente al máximo tribunal, pero hubo muy poco
análisis al respecto. Cristina no tiene un pelo de tonta. En su análisis
costo-beneficio, tiene muy claro que no cuenta con el poder político suficiente
como para arremeter contra la Corte. Por eso la actitud que subyace a sus
líneas evidencia solamente una catarsis personal y la intención de «abrir el
paraguas» ante el inevitable fracaso de su Frente de Todos.
Así, pues, al esbozar su “balance” del primer año de mandato del
actual Gobierno, a Alberto Fernández ni lo nombra. Ya en su última carta se
discutió bastante sobre si el texto iba en apoyo del mandatario o más bien
buscaba perjudicarlo. Ahora, el ninguneo ya es flagrante.
Pero tal vez lo más curioso del duro ataque a la Corte es que va
“punteando” uno por uno los nombres de todos los ministros, a los que critica
individualmente, y luego de «masacrarlos» CFK advierte:
“Estos cinco funcionarios deciden hoy sobre la
vida, sobre el patrimonio y la libertad de las personas que habitan nuestro
país”.
Más allá de las críticas y diferencias que la exmandataria pueda
albergar con los ministros
de la Corte, lo concreto es que la CSJ no le responde ni le piensa
responder. El desarrollo de la causa contra Amado Boudou le da a entender,
tanto a ella como a su entorno, que en cualquier momento puede sufrir condenas
judiciales. A diferencia de su exvicepresidente, quien deberá volver a la
cárcel en cualquier momento, CFK tiene otras preocupaciones.
A sus 67, con sus fueros de legisladora por un par de años más,
pero también cercana a la edad que le habilitaría acceder a una prisión
domiciliaria, Cristina, a lo sumo, sufrirá la deshonra de las condenas. La
imaginaria foto de Kirchner tras las rejas que desde hace años entusiasma a
muchos argentinos es en realidad una quimera.
Desde la esterilidad total y la intrascendencia de sus palabras,
Kirchner, en su carta, volvió a insistir con la delirante idea de que los
jueces sean elegidos mediante el voto directo, al igual que lo son los
legisladores y los presidentes:
“De los tres poderes del Estado, sólo uno no va a
elecciones.
Sólo un Poder es
perpetuo.
Sólo un Poder tiene la palabra
final sobre las decisiones del Poder Ejecutivo y del Poder Legislativo.
Si ese Poder…
Además de ser perpetuo…
Además de no ir jamás a
elecciones…
Además de tener la palabra final sobre la vida, el patrimonio y la
libertad de las personas por encima del Poder Ejecutivo y del Poder
Legislativo…
Si además de todo eso, ese Poder
sólo es ejercido por un puñado de funcionarios vitalicios que toleraron o
protegieron la violación permanente de la Constitución y las leyes, y que
tienen, además, en sus manos el ejercicio de la arbitrariedad a gusto y
piacere, sin dar explicaciones a nadie ni estar sometidos a control
alguno…
Bueno… Si esto sigue sucediendo
en nuestro país, estaremos muy lejos de construir la República y la Nación que,
estoy segura, anhelamos la inmensa mayoría de los argentinos y las argentinas”.
En su momento, desde lo más alto del Ejecutivo, advirtió que
había que tenerle miedo a Dios y a ella. Por esos días amenazaba con modificar
la Constitución y perpetuarse en el poder, emulando al régimen chavista. Afortunadamente
terminó despotricando en las redes sociales. Ni siquiera cuenta con la fuerza
suficiente para imponerse dentro del frente que ella misma creó para ganar las
elecciones. Menos mal.
Más de uno puede alegrarse por su escaso margen de influencia,
hipótesis que confirma la catarsis bloggera de CFK. Pero como en el tango, «esto que hoy es un cascajo» nos
arruinó la vida. ¿El consejo de Gardel? Emborracharnos bien, para no pensar.
Tomado de diario PANAM POST, Argentina
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