VARIOS ANTIGUOS MANDOS DEL CNI
FIRMARON LA CARTA DE LOS 73 MILITARES A FELIPE VI
Madrid, 3 de diciembre 2020
Por Antonio Rodríguez
“Al menos media
docena de los firmantes trabajaron en los servicios secretos. El único conocido
es el coronel Antonio Lago, quien tuvo que testificar en el juicio contra los
exdirectores Manglano y Calderón por las escuchas ilegales en la sede de Herri
Batasuna.”
“Al menos media docena de antiguos
miembros del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) aparecen
entre los 73 militares retirados de la XXIII Promoción de la
Academia General Militar que firmaron la polémica carta enviada a Felipe VI el pasado 25 de
noviembre, según coinciden varias fuentes de los servicios secretos
consultadas por Vozpópuli. Tanto el Ministerio de Defensa como el
propio CNI prefirieron guardar silencio a
preguntas de este periódico.
Una de las fuentes eleva a una decena la
cifra de exmiembros del CNI que aparecen en la misiva publicada por El
País el pasado domingo. En uno u otro caso, se trata de un número
significativo -alrededor del 10%-, un hecho que ha provocado sorpresa tanto
en el departamento de Margarita Robles como en los propios
servicios secretos que dirige Paz Esteban.
Pese a ello, las citadas fuentes niegan que
haya excesiva preocupación por este descubrimiento y estiman que
muchos de ellos pudieron sumarse a la iniciativa por "el afecto y la
camaradería" que existe dentro de la citada promoción.
Eso sí, en el CNI se está indagando en los expedientes
de estas personas a raíz de la polémica. La mayoría de ellos lleva "entre
cinco y nueve años" fuera de La Casa, el nombre con el que
los agentes llaman a la sede principal de los servicios secretos en Madrid. Y
buena parte de ellos se jubilaron tras cumplir una larga trayectoria,
de varias décadas, en lo que antes se llamaba el Centro Superior de Información
de la Defensa (CESID) y luego, desde 2002, el CNI.
Varios de los firmantes tuvieron, además, cargos importantes dentro
de los servicios secretos, un dato llamativo que ha causado inquietud en
Defensa, donde se están tomando muy en serio este asunto de las cartas de militares retirados dirigidas a La
Zarzuela.
Sobre todo,
la aparente
correlación que hay entre la misiva de la XIX Promoción
del Ejército del Aire -enviada al Rey y al presidente del Parlamento
Europeo, David
Sassoli, el 10 de noviembre- con la siguiente de la XXIII
Promoción de la AGM, que empezó a gestarse el 15 del pasado mes y
que se envió al jefe del Estado diez
días después.
Dicha sucesión
temporal, así como el uso de un lenguaje parecido,
sugiere que hubo una posible coordinación entre
los firmantes para hacer ver a Felipe VI que la preocupación por la situación
política del país se
extendía a buena parte de los ejércitos que forman
las Fuerzas Armadas.
El caso del coronel Lago
En aras de la
seguridad nacional, Vozpópuli mantendrá
en el anonimato los
nombres de estas personas que han pasado por el CNI. El único de los firmantes
que estuvo en los servicios secretos y cuya identidad es conocida, tal y como
adelantó El Confidencial
Digital, es el coronel retirado Antonio Lago Palomeque.
A principios de los noventa, él fue uno de los jefes del Departamento de Acción Operativa del
CESID. En 2002 tuvo que testificar en el juicio contra los exdirectores de los
servicios secretos, Emilio
Alonso Manglano y Javier Calderón, por el espionaje a la sede de Herri Batasuna en Vitoria sin
autorización judicial y sin conocimiento del Gobierno.
En
el CNI se está indagando en los expedientes de estas personas a raíz de la
polémica. La mayoría de ellos lleva "entre cinco y nueve años" fuera
de 'La Casa'
Por tanto, Lago era el máximo responsable de los agentes operativos del
CESID, los llamados 'Grupos KA', encargados
de realizar aquellas actividades del servicio secreto español que
requerían medios, procedimientos o técnicas especiales. Fue el mismo puesto que
tuvo Juan Alberto
Perote unos años antes que él.
Manglano y Calderón fueron condenados finalmente en 2003 por la
Audiencia Provincial de Álava a
tres años de cárcel por el delito de interceptación
ilegal de comunicaciones telefónicas. También fueron condenados dos supuestos
agentes del CESID Mario
Cantero y Francisco
Buján a dos años y seis meses de prisión para cada uno.
En los últimos
años, el número de militares dentro del CNI es cada vez menor. Según la propia web de los servicios secretos,
el 62,4% de sus miembros procede del mundo civil, mientras que el 26,8% vienen de las Fuerzas Armadas y
el 10,6% de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Lejos quedan, por
tanto, aquellos tiempos en los que los representantes de la milicia copaban las
estructuras del antiguo CESID.
Tomado de diario VOZPÓPULI, España
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