¿QUÉ VAMOS A HACER
CON ESTE CIRCO?
Chile, 6 de mayo 2022
Por René Luís Núñez Ávila
“¿Qué vamos a hacer con este circo?, le dijo el secretario de
la Convención Constitucional (CC) a su presidenta, en un momento de mucha
presión. Luego, el convencional Núñez vota a viva voz mientras se duchaba.”
“Estos adefesios y muchos
otros han generado en las personas: rabia, frustración y desesperanza con un
proceso histórico que es una gran oportunidad para generar una Constitución
moderna, inclusiva, no partisana -como lo pidió el Presidente Boric. Pero, como
el texto no está quedando como “la casa de todos”, se está imponiendo el sesgo
ideológico de una mayoría circunstancial, se la está amarrando con cerrojos
ante cualquier cambio futuro, con más de 300 artículos aprobados -uno de los
textos constitucionales más largos del mundo-, ya podemos avizorar lo complejo
del escenario que se viene.
Hoy en día, todas las
encuestas reflejan un aumento de la postura “rechazo” para el 4 de septiembre
de 2022, lo que refleja que el proceso va mal, pero al mismo tiempo, una gran
mayoría de la población desea una nueva Constitución.
Se vislumbra, al menos, tres
momentos en el futuro inmediato. Un periodo hasta el cierre del trabajo de la
CC (4 de julio 2022), un periodo hasta el día de la votación (4 de septiembre
2022), y, un periodo posterior a la votación apruebo/rechazo (5 de septiembre
2022) en el cual el poder constituyente soberano se pronunciará. Si gana la
opción apruebo, ésta puede ser con una gran votación y, en ese caso, el proceso
estará legitimado. Si gana la opción rechazo, se iniciará un nuevo proceso,
desconocido, porque no está previsto (salvo que se estime que no pasa nada:
sigue rigiendo la Constitución aprobada en el gobierno de Ricardo Lagos).
Entonces, aún existe tiempo
para reaccionar y enmendar el rumbo, pero, ya no serán los convencionales sino
aquellos que firmaron el acuerdo del 15 de noviembre de 2019, quienes tienen el
deber de reaccionar, de la misma manera en que frenaron el estallido social,
mediante un gran acuerdo político y dar instrucciones precisas del rumbo que
tendrá un eventual texto rechazado: un insumo que debe ser corregido por al
actual Congreso (depositario del poder constituyente derivado). La opción más
racional, eficiente y rápida sería designar una Comisión Técnica paritaria, que
se abocará a la corrección de todos los aspectos que sean indispensables para
lograr un texto bajo la lógica de la “casa de todos” y volver a someter dicho
texto a un nuevo plebiscito, en un breve plazo, este año 2022. La opción de una
nueva CC sería optima, por su legitimidad, pero es costosa y lenta per se.
Esta ventana histórica de
cambios estructurales a la institucionalidad de Chile no puede perderse. La CC
no pudo modularse, no fueron razonables, y, como Chile necesita esos cambios,
para todos aquellos que hemos pensado en un plan alternativo, hoy es el propio
presidente Boric quien nos dice que deben verse opciones para el caso que gane
la opción “rechazo”. Basta con estudiar el acuerdo político del proceso de
Bolivia para dar luces sobre el tema.
Hoy todos somos políticos y
el privilegio de escribir esta columna es simplemente explicitar una opinión
basada en argumentos y soluciones. Hoy, todo es opinable y discutible más nadie
puede ser indiferente al momento histórico que vive y vivirá nuestra
democracia.”
Tomado
de diario La República, Chile.
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